Conocer los atajos son importantes para ahorrar tiempo y dinero a la empresa. Aunque los más conocidos son las técnicas poco éticas para posicionar en Google, también se puede hacer para las redes sociales. Son las conocidas como técnicas Social Black Hat en redes sociales. Descubre cuáles son y cómo sacarle partido.
¿Qué es el Social Black Hat?
Antes de dar una definición, vamos a explicar qué es “Black Hat”. Se trata de un término que engloba las técnicas que usan un tipo de hackers, que se aprovecha de vulnerabilidades de seguridad para sacar algún tipo de provecho. Sobre esta concepto, surge el Black Hat SEO, que son las técnicas y tácticas que tienen como objetivo mejorar la visibilidad y posición en los buscadores de manera rápida, aprovechándose de todos los fallos que puedan presentar. De aquí surge también el concepto que vamos a explicar en este artículo, el de Black Hat Social Media.
El Social Black Hat, se parece mucho al Black Hat SEO, ya que intenta usar alguna plataforma de redes sociales para obtener cierta clase de beneficio haciendo uso de métodos que pueden estar catalogados como mala práctica por las mismas plataformas de redes sociales.
Esta técnica se considera inadecuada por 2 motivos importantes:
- Destruir la reputación: Si la comunidad que hemos construido se da cuenta que usamos técnicas de Black Hat Social Media corremos el riesgo de perderla.
- Limita los resultados: Debido a las acciones que implica, no habrá un impacto real en los resultados de la cuenta de redes sociales, solo sirven para tratar de impresionar al mundo con números que no son reales.
Técnicas de Black Hat Social Media
Existen 5 técnicas que se pueden catalogar dentro de Social Black Hat:
- Comprar de seguidores
Esta práctica hace referencia a la adquisición de seguidores falsos para aumentar los números de la cuenta, para dar la sensación de ser una cuenta de referencia
Es una práctica no muy recomendada pues crea niveles más bajos de engagement, ya que no son personas realmente interesadas en lo que vendes o dispuestas a interactuar, aunque las interacciones también se pueden comprar.
Además, es una práctica fácilmente de detectar, ya que la mayoría de los perfiles falsos suelen tener características comunes como biografías idénticas o ser de países que nada tienen que ver con el país de la empresa, como rusos o árabes.
En lugar de comprar seguidores, las marcas en redes sociales deben de dejar de obsesionarse por el número de seguidores, para centrarse en el engagement y a partir de él construir una comunidad real, interesados en nuestro producto o servicio, enfocarse en aportar valor a los usuarios.
- Publicar en espejo
Consiste en compartir los mismos mensajes en diferentes redes sociales, como Facebook, Instagram, Twitter o LinkedIn. Aunque puede ser de gran ayuda, puede no ser una buena idea ¿Por qué lo debemos evitar?, Primero porque al hacerlo es como poner textos en el traductor de Google, corremos el riesgo de obtener resultados extraños que generen una imagen descuidada y carentes de profesionalidad.
Por otra parte, cada red social tiene diferentes características como la longitud de los mensajes, el tamaño de las imágenes o el vocabulario. Publicar lo mismo en todas puede causar mensajes confusos, como pedir un retuit en Instagram.
En lugar de publicar en espejo, lo ideal es hacer contenido para cada red social, con un lenguaje fluido para cada plataforma, con ello tendremos mejores conversaciones con los seguidores que nos siguen en cada plataforma.
- Automatización
Se utilizan bots para ganar seguidores, ganar “likes” o generar comentarios. ¿Por qué no es recomendable este tipo de automatización?, Es cierto que puede servir para atraer “seguidores”, aunque cuando la comunidad se de cuenta, lo que conseguiremos será que la comunidad se decepcione y nos deje de seguir. En algunos casos, puede llegar al rechazo.
En lugar de abusar de la automatización, debemos considerar tratar de conectar con personas reales, en tiempo real y a través de nuestras propias ideas.
- Spamming
El spamming consiste en crear publicaciones en Facebook, Twitter, LinkedIn o Instagram, de manera automática una detrás de otra, resultando molesto para el usuario recibir tanta publicación.
Es ideal evitar la práctica pues los usuarios suelen sentir rechazo al spam, y puede cambiar la percepción sobre neustra marca. En lugar de realizar esta práctica, es recomendable que publicar de manera responsable, que seamos real, amable, personal y atractivo con las cuentas.
- Compartir contenido sospechoso
Por último, compartir páginas sospechosas o contenidos que tengan información errónea o puedan confundir a nuestros usuarios. La única recomendación aquí es no compartir este tipo de páginas, y supervisar que el contenido que compartimos es veraz y no solo un titular llamativo para captar tráfico.
Existen acciones que pueden parecer de lo más normales e inofensivas pero que constituyen prácticas dudosas. Evitarlas sin duda es un buen paso en la dirección correcta a la obtención de resultados.
Qué puede pasarle a una empresa que use técnicas Black Hat en redes sociales
A corto plazo se pueden conseguir resultados pero si lo perpetuamos en el tiempo o abusamos de ellas pueden suceder dos cosas:
Perder nuestra reputación social
Al final, todo el tiempo invertido se puede perder si, la reputación se resiente, algo que puede suceder muy rápidamente. Las redes sociales son un altavoz que lo amplifican todo y un tropiezo puede mandar al traste años de trabajo esforzado y continuado.
Recibir penalizaciones
No es raro la empresa a la que le han cerrado la cuenta porque la red social sospecha que se están haciendo técnicas fraudulentas desde el perfil. Al igual que pasa con las técnicas de Black Hat SEO, que Google nos puede penalizar en el posicionamiento, en las redes sociales se puede producir un cierre temporal o permanente de la cuenta.